Besos. En cada rincón de este planeta y en cada instante del día o de la noche alguien se besa. Demostrando asi su cariño, su afecto hacia la otra persona.
Pues los besos no los hemos inventado, simplemente han surgido. Un día, hace miles de millones de años, dos enamorados quisieron demostrar al mundo entero, y a sí mismos, que se amaban. Y esa acción, tan patética, tan simple, revolucionó el universo.
Besos dulces, besos apasionados, en ellos encuentras deseos, amor e incluso odio. Porque cada vez que decimos: "Te odio", es un acto reflejo de nuestro corazón; nos intenta indicar que sientes algo hacia él. Y en ese instante sueñas despierta. Te lo imaginas en cada momento entre tus brazos. Te sientes prepotente, altanera, dichosa, grande y despues pequeña.
Un beso es, simplemente, un impulso. Es tener sus labios frente a los tuyos, y mirarlos sin poder resistirlo. Y de repente, lenta y delicadamente,  rozas su boca y piensas que ya nada puede ir mal.
Un consejo: Si le quieres, simplemente demuéstraselo de la manera más hermosa del mundo; besándole.