FUCK ME, OVER AGAIN, I'M FAMOUS.

Cuando veas a una loca gritando tu nombre desde la otra punta del mundo, esa seré yo.

viernes, 29 de abril de 2011

Hoy me alegro de haberte querido. Me gusta saber que no estoy junto a ti, cosa que antes me aterraba. Duele, eso no lo niego. Pero es así, el amor duele, aunque para algunos es la cosa más bonita del mundo. Para mí, desde luego que no. Me gusta sentirme libre, sin estar atada a nadie, siendo dueña de mi misma. Me gusta saborear el aire de la libertad, sentir las caricias de la alegría y las lágrimas de los corazones rotos. Suena gracioso... corazones rotos. Aquellos que son tan frágiles que se rompen con el más mínimo golpe, pero que después resultan ser los más fuertes, hasta que empiezan a latir por otra persona. Entonces, el corazón fuerte pasa a manos de otra persona, que hace lo que quiere con él, aunque no seamos conscientes.
 Me siento orgullosa, ya que puedo afirmar que mi corazón es mío, soy dueña de todos sus movimientos, no late por nadie. Nunca lo hará, nunca volverá a hacerlo. No cambiaré por nadie, ni me dejaré llevar por nadie. Haré lo que quiera. Ya he aprendido a querer, a sufrir y a olvidar; pero no pienso ponerlo en práctica. Soy feliz, y a veces es difícil admitirlo. Soy feliz sin ti, caminando por la calle sin tener idea alguna de cuál será el próximo beso que me robarán, con quién cruzaré mi próxima mirada o quién rondará mis pensamientos antes de dormirme. Me gusta, estoy genial así. No hay nada mejor que vivir con mariposas en el estómago, con esperanzas, con ilusiones, con locuras, con sueños que quizás algún día se hagan realidad. Con esto, lo único que quiero decirte es gracias. Gracias por haberme querido, por haberme enseñado la otra cara del amor, por ayudarme a llegar a ser así, a tener las cosas claras. Gracias.

lunes, 25 de abril de 2011

Sí, son ellas. Amigas, hermanas, lo que sean. Tres personas que forman algo mágico, algo que llena mi vida, algo que se llama amistad. Lo saben todo de mí, o al menos la mayor parte. Somos diferentes, nuestras personalidades chocan, cada una tiene sueños y sigue caminos distintos. Pero qué casualidad, vivimos en perfecta sintonía, todas tenemos algo en común, algo que consigue que permanezcamos unidas, apoyándonos las unas a las otras, llorando juntas, riéndonos a carcajadas. Sí, todas tenemos algo en común: Perseguimos nuestros sueños. Hacemos de cada ilusión una esperanza y de cada esperanza, un reto. Y me considero la persona más afortunada del mundo. He comprendido que los corazones más grandes no son los que más ocupan, sino los que más vacío dejan cuando se van. Yo tengo cerca tres corazones así. Distintas, locas, divertidas, tristes a veces, pintando sonrisas... siendo nosotras, únicas. Viva la vida.