Es quererle con toda el alma y saber que él no es para tí.
Es reír sin gracia.
Es mirarle a los ojos y saber con certeza que está pensando en otra.
Es poner la misma canción una y otra vez porque es su favorita.
Es devolverle la sonrisa con los ojos iluminados porque él te ha llamado.
Es escucharle hablar y admitir que su voz es la más bonita del mundo.
Es verle sonreír y olvidar todos tus problemas.
Es sujetar su mano y saber que ese simple gesto te da fuerzas para seguir.
Es leer en sus labios un "Te quiero" y reconocer con tristeza que es sólo como amigos.
Es levantarte por las mañanas con tu mente ocupada por él y acostarte de la misma manera.
Es soñar despierta con sus besos y mantener los ojos abiertos en todo momento por si se cumplen tus deseos.
Es amar locamente a una persona y ya está.
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